sábado, 9 de enero de 2016

Tarea 6: Estructura IMRYD

La redacción de un artículo científico es quizás junto con la revisión bibliográfica, la parte menos gratificante de la labor investigadora. Por esta razón, los directores de tesis suelen recomendar empezar con la redacción de textos cuanto antes, una vez iniciada la investigación propiamente dicha. Es difícil redactar, pero aún es más difícil redactar bien. Pero, ¿cómo podemos saber si un artículo está bien redactado? No seré yo quien establezca los límites de una buena o mala redacción, pero particularmente, lo que busco cuando redacto un texto ( y más si es científico) es que sea comprensible por cualquier persona interesada en el mismo. Sin embargo, hacer que un texto sea fácil de leer y entender puede provocar la pérdida de rigurosidad en su redacción. En otras palabras; que el artículo sea poco científico.  Encontrar  el equilibrio entre ambos extremos no resulta sencillo. Resulta de gran utilidad el que  los artículos científicos se suelen escribir  atendiendo a una estructura muy determinada que ayuda a organizar las ideas y a una correcta presentación  del trabajo investigador: una introducción sobre el trabajo realizado, un apartado dedicado a los métodos utilizados en la investigación, la presentación de los resultados obtenidos y por último, un apartado de discusión, que suele ser la parte más amable de la publicación, ya que permite presentar conclusiones obtenidas a partir de los resultados, para que sean valorados o tenidos en cuenta por la comunidad científica para investigaciones posteriores. A priori parece fácil. Pero sentarse delante de la pantalla del ordenador con la página del procesador de textos en blanco seguirá siendo una tarea complicada.

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